TERCER DIA DEL REGRESO A MADRID

domingo 21 de febrero

Apenas estoy terminando de actualizar la crónica de ayer, parece la más extensa de todas. Quien la revisó con anterioridad no la vio completa, vale la pena echarle una revisitada. Me entero por mi hermano que en Secretaría de Educación se sigue a diario este itinerario. Saludos a todas mis muchachas, iré pallá a mi regreso.

Ya los planes estaban trazados, iriamos hoy temprano al Mercado del Rastro. Es un lugar en el centro de Madrid donde desde tiempos medievales se organizan los comerciantes para ofrecer sus productos. Resulta que el día amaneció bastante aguado, con una llovizna constante que nos anegó los zapatos, dejándonos los dedos como pasas decembrinas. Para llegar ahí pasamos primeramente por Puerta de Sol, luego seguir hacia Plaza Mayor, donde había una jornada de compra-venta de monedas antiguas y actuales y estampillas. Tomamos desde ahí la calle Toledo y llegamos a la estación Latina del metro. Sabíamos que habíamos llegado por la fila de toldos cubiertos con plástico trasparente, donde se ofrecía primeramente objetos saharianos, como adornos, cojines, tapices, pipas largas y otras cosas. Yo pude adquirir las gorras a mejor precio que en las tiendas, y las franelas, pero los suvenires estaban más caros. Los compré en la calle La Montera, desde GranVía hasta Puerta del Sol. Como ha pasado ya varias veces, me les perdí a mis compañeros y emprendía la ruta hacia el Palacio Real, subiendo por la calle Toledo y siguendo la Calle Mayor. A pesar de la llovizna me lancé calle abajo, con la intención de encontrarme con el cuarto Caravaggio. Pensé que estaba en la Iglesia, hoy domingo está cerrada según el cartel de la entrada, así que fui a preguntar a Información, en una entrada ubicada a la derecha. No estaban seguros si estaba en exhibición o no, así que me mandaron con los vendedores de las entradas, por unas ventanas de vidrio. Despues de una consulta por teléfono y una llamada por radio me comunicaron que estaba la obra, pero no había suficiente público a esa sala como para que se presentara el guía. Yo le dije que no necesitaba de gúia, me dijeron que se entraba solamente con guía, y no entré. Creo que no será fácil que me encuentre con esta Salomé, a menos que yo mismo recoja un gentuío en la calle que quieran verla. Voy a seguir intentando, pero mañana iremos a la Universidad Complutense y a la Autónoma de Madrid. Me dice Antonio Freites que le pida autógrafo a Fernando Savater... amo a vé.

Ya que estaba en la calle compré el diario ABC, solamente por le Película, es quelos de ese diario nos tiene un odio a los izquierdistas, parece como si lo dirigiera Otero o Ravell. Volví al hostal, solamente a cambiarme las medias mojadas y salir en busca de La Negra Tomasa, ¡cuidao! no piensen que andaba buscando otra negrita, ya estoy completo... es un restauran cubano, porque me había propuesto comer un sabroso congrí. Llegué al lugar, apenas a cuadra y media de Puerta del Sol, pero estaba cerrado, tal vez por ser día domingo. Así que bajo la lluvia me puse a explorar la zona en busca de otra restauran cubano, y el frío y humedad me hicieron entrar a uno llamado La Fragua de Vulcano. Tenía que aprovechar de pedir algo autóctono, así que me decidí por el Cocido Madrileño. Por 8 euros sirven primero el caldo con fideos, nada espeso pero con mucha sustancia. Se va comiendo acompañado con pan cortado en ruedas. Luego te traen el "seco", un preparado de pollo y chorizo español con papas, zanahorias y garbanzos. Tan sabroso estaba que quise comerlo todo, pero que vá, es un comión... Menos mas que hay que caminar algo, con eso iba aliviando el peso. Al terminar esta crónica de hoy me dispongo a dibujar un poco, copiando a los maestros, para eso dispongo de los dos tomos de las obras maestras del museo del Prado.