Llegamos a Barajas el jueves 4, en horas de la mañana, con menos chequeo aeroportuario que en Portugal. Ya nos esperaba un yaracuyano que trabaja en la Universidad Autónoma, y luego de una breve saludada a la familia de Linda tomamos el metro rumbo al Hostal. Llegar a la Gran Via fue exactamente como lo habia previsto tantas veces desde hace varios meses por las diarias revisadas de los mapas: la farmacia con aviso luminoso al salir de la estacion, la esquina de la calle Fuencarral, la calle Hortaleza, donde se encuentra el Hostal, el balcón con aviso amarillo y negro... sí que se puede uno imaginar las experiencias antes que se vivan.
El hostal es, previsiblemente, una antigua casa de habitación grande en la que se alquila cada cuarto económicamente, apenas 12 euros diarios. Cómoda y con unos propietarios de lo más amables y atentos: tienen ese trato muy nuestro, caribeño, porque son cubanos ¡por fortuna! Sé que causó algo de inquietud entre algunos de mis compañeros de viaje mi determinación de salir de inmediato hacia el Paseo del Prado, pero ¡bueno! ¿qué puedo hacer con este ímpetu estando finalmente en esa ciudad? Antes este amigo yaracuyano me guió por algunos lugares aledaños a la Gran Vía. Esta avenida sirve más que todo como centro de consumo: tiendas, tiendas y más tiendas, nada de mi interés. Así que tomamos una calle trasversa y ¡se cumplió! participé en mi primer tapeo. Llegamos a un pequeño establecimiento y solicitamos unas cañas, que son vasos de cerveza servidas desde un dispensador metálico, algunos de cobre. Cada vez que sirven una caña dan de comer un aperitivo, sean empanadas, quesos en trocitos, jamones... son las tapas. Un euro por cada ronda no está mal.
Los compañeros de viaje finalmente se unieron a mi idea de ir al Paseo del Prado. Reconocí todo el recorrido por las constantes incursiones en google maps. Aquí el Banco de España, allí la fuente de Cibeles, más allá el Museo de Prado. Al pasar frente al Thyssen-Bornemizsa decidí quedarme mientras los demás se dedicaron a salir a otra parte. José Ochoa se quedó conmigo y así comenzó cumplirse en forma mi itinerario.
Hay una gran colección de pintura renacentista italiana, diversas escuelas. Dediqué el tiempo necesario a la Santa Catalina de Alejandría, de Caravaggio. Verdaderamente es un aluvión de arte clásico, faltaría otra visita para dedicar una atención más esmerada a las obras de predilección. Luego de eso salimos José, David y Margarita a un tapeo cerca del Hostal, antes llamamos a nuestros familiares. Pude hablar con Ismerda, las comunicaciones funcionan a la perfección. Entramos a un bar donde nos recibió una española de buen trato (algunos son atendidos por turcos, colombianos, ecuatorianos, entre otros) y abrevamos de los conductos de bronce. Cumplido este ritual llegamos a la habitación a descansar nuestros afanes hasta mañana...
MUY BIEN RADAMES , SIGO CON ATENCION TUS ANDANZAS POR EL PAIS QUE NOS DESCUBRIO Y CONQUISTO, AUNQUE ESO QUEDO EN EL PASADO , EXISTE LA NECESIDAD DE APRENDER DE LO BUENO QUE ELLOS PUDIERON HACER Y NOSOTROS NO. (TODAVIA EN VEREMOS)ESPAÑA ES LA RAZON DE QUE TU Y YO SEPAMOS DE UN INSTRUMENTO TAN COMPLETO COMO LA GUITARRA, QUE HA DADO TANTO TALENTO MUSICAL EN NUESTRA AMERICA: VILLA-LOBOS, PONCE, LAURO, BARRIOS (MANGORE), BROUWER,ENTRE OTROS.GRACIAS POR COMPARTIR TU INTINERARIO, ES COMO SI ESTUVIERA ALLA!!! QUE SIGAS BIEN
ResponderEliminarHOLA, RADAMÉS, HAS LLEGAR AL GRUPO QUE TE ACOMPAÑA EN LA TRAVESÍA MIS SALUDOS, A JOSÉ LUIS, QUE ME ALEGRA VERLE...LEYENDO TU VITÁCORA HE VUELTO A VIAJAR, RECORRO CADA RINCÓN QUE DESCRIBES Y SIENTO ESE AIRE FRÍO QUE TE HIELA,PERO DIBUJA EN MÍ UNA CÁLIDA SONRISA POR LOS MOMENTOS VIVIDOS POR AQUELLAS TIERRAS...
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